19/5/08

CARAS, por Mitzuca Chinycó

Ed: Pocas cosas hay en esta vida que sean tan fascinantes como el semblante humano. ¿No le parece así, querido Teo?

Teo: Por supuesto que sí. Yo siempre lo he considerado como la perfecta metáfora del universo. Su voluptuosa variedad refleja la simpleza de su esencia.

Ed: ¡Usted lo ha dicho! El mundo entero se esconde detrás de cada semblante, como una precisa alineación cósmica coordinada por ese dios supremo que se entretiene gozando de sus ilimitadas posibilidades creativas. Imperios enteros se han formado con el gesto preciso y derrumbado con la mueca inoportuna. Las más infames mentiras han sido reveladas por la arruga traicionera y esa gota de sudor que escapa traviesa mejilla abajo.

Teo: Y no se olvide usted del amor. Sólo aquellos que poseen el sentimiento auténtico son capaces de sangrar pasión desde el brillo de unos ojos fulminantes y sinceros. ¿No lo cree usted así?

Ed: ¡Y que lo diga! La Historia entera es sumisa sierva de las máscaras con vida. ¡Oh, paradojas de la existencia! Lo que ha sido y será por siempre la más eterna de las condenas, encierra en sus entrañas la clave de nuestra felicidad.

No hay comentarios: